Tomates cherry
Azúcar
Vinagre de Jerez
Tomillo fresco
Orégano fresco
Pimienta negra molida
Sal
Aceite de oliva virgen extra
Elaboración:
Hacemos un pequeño corte en cruz en la base de los tomates y
los escaldamos 20 segundos, introduciéndolos a continuación en agua con hielo
para parar la coción y los pelamos conservando el pedúculo.
En un cazo
preparamos un almíbar al 50% (1 kg de azúcar por litro de agua). Cuando se
disuelva el azúcar y ya fuera del fuego, añadimos un buen chorro de vinagre de
Jerez.
Sumergimos los tomates en el almíbar y los dejamos
infusionar 1 hora.
En plato mezclamos el tomillo, el orégano, la pimienta
molida y la sal y sujetándolos por el pedúnculo, rebozamos los tomates con esta mezcla.
Una vez rebozados colocamos los tomates en una fuente de
horno pintada con un poco de aceite o cubierta con una lámina de papel de
hornear para evitar que peguen y los introducimos en el horno precalentado a
60º durante 1 hora.
Una vez fríos los dispondremos en un bol cubriéndolos con el aceite y
tapándolos con film y los dejamos unas horas a temperatura ambiente para que rehidraten. De
este modo podremos conservarlos en la nevera 30 días y dispondremos de una
excelente guarnición para quesos, pescados, carnes o lo que se nos ocurra.
Cuando consumamos los tomates (¡os aseguro que no durarán un
mes!) podremos reutilizar el aceite aromatizado teniendo cuidado de eliminar el
agua de tomate que queda en el fondo del bol.