La Bodega fantástica (el restaurante) ha cerrado
definitivamente sus puertas en el mes de Abril, después de cumplir veintiséis
años.
Desde nuestro último post, hace casi ocho meses, hemos tenido
que tomar muchas decisiones y han tenido lugar muchos cambios y aunque Jose
sigue en sus fogones buscando matices para sus conservas, yo (Irene) he vuelto
al estudio a desempolvar la mesa de dibujo y los pinceles y nos ha quedado poco
tiempo para actualizar el blog.
Decidir el cierre ha sido difícil porque han sido muchas las
personas que, en estos años, han pasado por nuestra casa, olvidándonos algunos,
haciéndose fieles muchos y compartiendo sus opiniones e inquietudes en largas
sobremesas esos a los que atrapaba primero la comida y luego una particular
forma de amistad. A todos ellos, queremos agradecer el paso por nuestro
restaurante, su apoyo y la impronta que fueron dejando en nuestra forma de
interpretar la comida y la restauración. ¡Os echaremos de menos! (ya lo estamos
haciendo)
Por eso nuestra intención ahora es mantener el espíritu de
la Bodega Fantástica en este blog y mantenerlo activo para seguir en contacto
con vosotros. A todos, muchas gracias.
4 comentarios:
Querida Irene,
Para mi ha sido una tragedia vuestro cierre. He de reconocer que para mi, más por la por la parte humana que la gastronómica, pues me llena más la buena compañía que la comida. Nunca había sentido en un restaurante la sensación de ir a comer a casa de la tía de algún amigo del alma. Nunca una sobremesa completó tan bien un plato.
Es una pena haberos conocido tan tarde, pero estoy segura de que éste será para vosotros un cambio que aunque duro, traerá cosas que de otra forma no hubierais conocido.
Me quedo con la impaciencia de conocer el resultado, pues estoy segura de que lo compartiréis con todos y que a todos nos encantará.
Recuerda, que si necesitáis apoyo, sólo tenéis que pedirlo.
Besos
Sarah
Es una lástima, la bodega fantástica siempre fue un poco mi segunda casa.
Mucho ánimo en esta nueva etapa.
Gracias, gracias, el mejor apoyo es saber que os sentisteis cómodos(y no olvidais las sobremesas)...
Volver a Gijón, tras varios años, y descubrir que el restaurante donde se hacía magia con los sabores y además te sentías entre amigos ha cerrado...una pena difícil de digerir...Espero que sigáis haciendo lo que más os guste y que la vida os lo devuelva con creces mil veces!
Jamás olvidaré las fabes con setas que me hicieron llorar, o las fabes con liebre...Buff....otra vez se me saltan las lágrimas...
Un saludo José e Irene.
Os merecéis lo mejor!
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