Reconocer el pescado fresco

Hemos repetido en innumerables ocasiones que la calidad del producto es decisiva a la hora de lograr un buen resultado, por ello debemos poner mucha atención en la adquisición de productos frescos, que nos darán mucho juego en la cocina:

El brillo, las escamas multicolores y los ojos pintados como para salir de fiesta o con aspecto de que nos mira el animal (¡que fresco!), la carne tersa, las agallas rojas pero que no manchan si pasamos el dedo.

Espina costosa de separar del cuerpo, difícil de coger, como si fuese una trucha y, en el pescado blanco -merluza y lubina-, la cola abierta en abanico.

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